"¿Cómo es posible que haya personas en este mundo que no sepan qué es el sukebind o un scranlet?". Después del formidable éxito de La hija de Robert Poste (Impedimenta, 2010), en España hay menos gente que ignora estas cuestiones fundamentales.
Stella Gibbons (1902-1989) publicó su desternillante novela en 1932: pretendía narrar la historia de una joven moderna que se ve obligada a ir a vivir con unos parientes campestres en una desoladora granja llamada -muy propiamente- Cold Comfort Farm. El argumento era decimonónico, austeniano y victoriano, pero la protagonista era una descarada urbanita dispuesta a ordenar y adecentar aquel caos embarrado y grasiento de Essex, regentado por los mugrientos y asilvestrados Starkadder. El escenario y los personajes ya estaban dispuestos para la carcajada.
La hija de Robert Poste es hoy un clásico de la literatura humorística inglesa: aparte de la implacable mordacidad y la sutil malevolencia dialéctica -verdaderos clásicos de las letras británicas-, la obra ofrece otros recursos literarios (futurismo, crítica artística, referencias literarias) que no han dejado indiferentes a las decenas de miles de lectores españoles que ya han disfrutado de este imprescindible de Impedimenta.
Gibbons, Stella: La hija de Robert Poste [Cold Comfort Farm], Impedimenta, Madrid, 2010. Traducción de José C. Vales. 368 páginas, rústica con sobrecubierta.
A finales del siglo XIX comenzaba a escenificarse en el mundo occidental la pasión por la actividad deportiva y los hábitos de vida saludables. Y la bicicleta (con sus ancestros estrafalarios, como la gran rueda delantera o los triciclos) enseguida se convirtió en un utensilio indispensable en las sociedades modernas. La señorita Erskine, que desde tiempo atrás conocía todos los misterios del pedaleo, fue comisionada para redactar esta guía de la cicloturista, amparada tanto en su experiencia como en su talento como técnica ciclista. En todo caso, la señorita Erskine se encarga de advertir que la bicicleta no es sólo un aparato deportivo, sino que podría considerarse un medio práctico para desplazarse y viajar cortas distancias. Los hombres nunca tuvieron dificultades a la hora de asumir estas novedosas modalidades deportivas, pero respecto a las mujeres... bueno, hubo quien llegó a advertir que la práctica del ciclismo comportaba graves perjuicios para la salud de las damas. La señorita Erskine se encarga de desmentir este y otros bulos, al tiempo que, con humor victoriano, explica pormenorizadamente los beneficios de tan saludable práctica deportiva. Además, se precisa cuál ha de ser la indumentaria adecuada, cómo montar en bicicleta, arte y esencia del pedaleo, cómo viajar por el campo, los inconvenientes de la lluvia o el calor, el gran problema de las cuestas y los puertos, cómo andar en bicicleta en las grandes ciudades para evitar a los hombres maleducados y los carros, y cómo llevar a cabo el mantenimiento de la máquina y sus delicados engranajes.
Damas: es hora de disfrutar del maravilloso arte del pedaleo.
F. J. Erskine: Damas en bicicleta. Cómo vestir y normas de comportamiento. Impedimenta, Madrid, 2014. Trad. José C. Vales.
Hubo un tiempo en que las aventuras protagonizadas por Max Carrados, competían en popularidad en las páginas de The Strand Magazine con las del mismísimo Sherlock Holmes. Carrados cumplía con todos los requisitos del perfecto detective eduardiano: era inteligente, educado y, al igual que el personaje de Conan Doyle, el cosmopolita y adinerado Carrados contaba con la ayuda de un compañero inseparable, el señor Carlyle. Sin embargo, había algo que le hacía único: Max Carrados era ciego. Algo que nunca supuso un impedimento para que, desde su estudio de Richmond, resolviera siempre con brillantez losmisterios a los que se vio enfrentado.
El presente volumen ofrece una selección de sus mejores casos, aquellos en los que las habilidades deductivas del investigador, basadas en sus agudizados sentidos restantes, se muestran en su máximo esplendor.
Ernest Bramah, Los mejores casos de Max Carrados, Siruela, Madrid, 2017. Trad. José C. Vales.
Al final de la Primera Guerra Mundial, el emperador de Alemania fue denostado como un perturbado y un tirano sediento de sangre que había conducido a Europa al desastre. Sin embargo, durante treinta años de reinado había sido ensalzado, y para millones de personas había encarnado la idea de una nación moderna, dinámica y poderosa.
El pormenorizado análisis de Christopher Clark descodifica a un líder y un hombre de su tiempo. Ni héroe ni villano, ambicioso en el ejercicio del poder, pero dubitativo y ambivalente, sin un programa político coherente, temeroso de la guerra y constreñido por otras fuerzas políticas, cuando no opacado por caudillos como Otto von Bismarck o Paul von Hindenburg.
Un estudio imprescindible sobre el poder del último emperador alemán.
Christopher Clark, El káiser Guillermo II. Una vida en el poder, La Esfera de los Libros, Madrid, 2024. Trad. José C. Vales
Tras el fulgurante éxito de La hija de Robert Poste, era inevitable que los lectores quisieran conocer otras aventuras de Flora Poste, la joven "de voluntad férrea y espléndidas pantorrillas". Impedimenta les concedió ese deseo a principios de 2011.
En realidad, las editoriales españolas -cualesquiera que fueran las razones- habían pasado por alto la obra de la periodista Stella Gibbons y no sólo habían prescindido de su obra fundamental, sino que habían ignorado también las secuelas y los relatos anejos a la novela primigenia.
Una de esas secuelas es Flora Poste y los artistas, donde una Flora casada y con hijos no tiene más remedio que regresar a la granja de sus asilvestrados parientes para resolver el terrible conflicto que acongoja a la familia: "¡Ya no quedan Starkadder en Cold Comfort Farm!", lamentan desesperados los últimos resistentes.
Dieciséis años después, la granja embarrada, mugrienta y cochambrosa se ha convertido en un centro de convenciones rural, con sus arregladitos parterres, sus paredes encaladas y sus pintorescos ornamentos campestres. Y allí se reunirán un grupo de artistas, bajo la atenta e implacable mirada de Flora, que pondrá a cada cual en el lugar que le corresponde.
Muchos lectores han coincidido en señalar que Flora Poste y los artistas es aún mejor que La hija de Robert Poste. Es posible; lo que es seguro es que, dieciséis años después, Stella Gibbons estaba en plena forma y utilizó su látigo literario para fustigar sin piedad a todos aquellos artistas de su tiempo -y quizá del nuestro- que pretendían dárnosla con queso.
Un periodista literario, al concluir la desternillante y ácida lectura de la novela, exclamó: "¡Dios mío, ¡la señorita Gibbons ha vuelto a hacerlo!".
Gibbons, Stella: Flora Poste y los artistas [Conference at Cold Comfort Farm], Impedimenta, Madrid, 2011. Traducción de José C. Vales. 224 páginas, rústica con sobrecubierta.
T. S. Eliot describió La piedra lunar como "la primera y más perfecta novela de detectives". Sobre estas afirmaciones categóricas puede haber dudas y opiniones, pero ningún lector que haya disfrutado de los sorprendentes y apasionantes argumentos de Wilkie Collins podrá negar que es una verdadera joya imprescindible. La apertura de la novela, con el relato del viejo criado Gabriel Betteredge, es un clásico de la novela decimonónica británica.
Wilkie Collins (1824-1889) escribió La piedra lunar en 1868 y se fue publicando por entregas en la revista All The Year Round que dirigía su amigo Charles Dickens. El público de Inglaterra y América esperaba con ansiedad cada entrega de la revista y, obviamente, la peripecia de la joya oriental se convirtió en un éxito inmediato.
Una obra maestra para disfrutar leyendo como antaño...
Collins, Wilkie: La piedra lunar [The Moonstone], Verticales de Bolsillo, Barcelona, 2007. Traducción de José C. Vales. 664 páginas, rústica.
Richard Cadogan está harto. Harto de vivir en Londres, harto de su profesión de poeta de baladas líricas medievales,
harto de su editor y harto de sí mismo. Está pensando en escribir una novela y en cambiar de vida: necesita experiencias, emociones, aventuras. En un arrebato de valentía, una noche va a la
estación de ferrocarril y se dirige a su Oxford estudiantil. ¿Por qué Oxford? Bueno... todo el mundo sabe que si hay una ciudad donde todo es posible, ésa es Oxford. Tras alguna peripecia
camionero-literaria, Cadogan llega a Oxford a altas horas de la noche, y su ojo neo-novelesco se fija ahora en las tiendas, en las calles, en los sonidos y las luces de la durmiente ciudad
universitaria. Descubre en Iffley Street una juguetería de extraño aspecto, con la puerta abierta. Su nueva personalidad aventurera le impele a entrar, y allí encuentra... un cadáver. A la mañana
siguiente, cuando acude a la policía, en aquel lugar no está la juguetería, sino una tienda de ultramarinos, y no hay cadáver alguno, sino un montón de latas de conservas y legumbres. Perdido y
desorientado, Richard Cadogan sólo tiene una opción. Ir a buscar al profesor-detective más literario de Oxford: Gervase Fen.
Comienza la aventura. Disfruten y diviértanse.
Edmund Crispin: La juguetería errante [The Moving Toyshop], Impedimenta, Madrid, 2011; traducción de José C. Vales, rústica con sobrecubierta, 320 págs.
"En el desapacible verano de 1816, cerca de Ginebra, un grupo de viajeros ingleses entretenía las lluviosas tardes alpinas leyendo relatos de terror en la famosa villa Diodati...". Tal es el escenario en el que se engendró uno de los grandes monstruos y mitos literarios de nuestra era: Frankenstein. Su autora, una niña de apenas dieciocho años, Mary Wollstonecraft, se había fugado con el joven poeta romántico Percy B. Shelley y redactó, bajo la atenta mirada de su amante y de lord Byron, la aterradora historia del doctor Victor Frankenstein.
El profesor Charles E. Robinson, tras toda una vida de investigaciones dedicadas a los románticos ingleses, encontró en la Bodleian Library de Oxford los cuadernos originales escritos por Mary Shelley, con las anotaciones y correcciones de Percy. Ello le permitió definir por fin todos los detalles de la obra, señalar cuáles fueron las aportaciones del poeta y clarificar algunos errores y matices.
Así pues, la traducción de este Frankenstein (en su doble versión, original de Mary Shelley, y con las anotaciones de Percy) puede considerarse la más completa de cuantas se hayan publicado en España, pues recoge abundantes informaciones, matices y detalles que hasta el momento permanecían ajenos al público español. Asimismo, el profesor Robinson ofrece una amplia introducción sobre la gestación y redacción de la novela y un exhaustivo estudio filológico sobre las distintas versiones y las sucesivas ediciones clásicas. Además, cuenta con abundantes notas aclaratorias y varios apéndices reveladores en los que se transcriben cartas y prólogos redactados por la propia Mary Shelley y otros autores.
Finalmente, es preciso hacer justicia al estudio de Carrió/Sánchez/Lacasta, que creó una de las portadas más espectaculares, innovadoras y atractivas que han visto la luz en los últimos años.
Wollstonecraft, Mary (y Shelley, Percy B.): Frankenstein, o el moderno Prometeo [Frankenstein, or the Modern Prometheus. The Original Two-Volume Novel of 1816-1817 from the Bodleian Library Manuscripts]. Espasa, Madrid, 2009. Traducción de José C. Vales. 400 páginas, cartoné con sobrecubierta.
En la amable campiña inglesa, el pequeño pueblo de Riseholme se enfrenta a un verano agotador: tomar el té, veladas de música nocturna, cotilleos en la plaza ajardinada del pueblo, agradables cenas en el jardín, cuadros dramáticos caseros... En fin, a los atareados riseholmenses se les acumula el trabajo.
Al frente de la isabelina población de Riseholme se encuentra la inefable Emmeline Lucas, a quien todo el mundo conoce como Lucía. Ella es quien dispone, dirige y organiza todo cuanto sucede de artístico y cultural en el pueblo. Ella recibe en casa, ella decide qué es moda cultural, ella habla italiano en la intimidad, ella promueve las novedades, ella escoge a sus lacayos, ella bendice a sus súbditos...
Ella es Reina Lucía.
Edward Frederic Benson ya tenía tras de sí una amplia carrera como escritor de novelas populares cuando decidió escribir una comedia social ambientada en la campiña inglesa, y cuando decidió divertirse a costa de un grupo de esnobs de nariz empolvada. Reina Lucía proporcionó a E. F. Benson más alabanzas que todas las que había recibido hasta entonces por sus cuentos de terror. Así fue como Reina Lucía (1920) se convirtió en la novela inaugural de una serie literaria que ya es todo un clásico británico: Mapp y Lucía. Nancy Mitford o W. H. Auden consideraban que la novela de Benson era un modelo de caracterización de personajes y ambientación de las "amables" relaciones sociales en la campiña inglesa.
E. F. Benson: Reina Lucía [Queen Lucia]. Impedimenta, Madrid, 2011. Traducción de José C. Vales. 350 páginas.
Algunas cosas han cambiado dramáticamente en Riseholme... pero no todas. Los cotilleos, las envidias, las rencillas, las malicias, los rencores y el afán de protagonismo (los delicados placeres de la vida, en fin) siguen siendo el motor y la pasión de nuestros entrañables personajes. Lucía, acompañada de su inefable aide-de-camp Georgie, sigue siendo la reina indiscutible del pueblo. Pero cuando decide ir a pasar las vacaciones estivales al hermoso pueblo costero de Tilling, la pretenciosa, esnob, presuntuosa, manipuladora y deliciosa Emmeline Lucas se verá obligada a enfrentarse a una rival a su altura, la señorita Elizabeth Mapp, cuyas excelsas virtudes son la tacañería, la avaricia, la presunción, la manipulación, la ira y el egoísmo en todas sus variopintas vertientes. El enfrentamiento está servido y la colisión parece inevitable. La consecuencia de esta tremenda trifulca de egocentrismos, vanidades y frivolidades es una de
las grandes comedias ligeras del siglo XX.
E. F. Benson: Mapp y Lucía, Impedimenta, Madrid, 2012; traducción y prólogo de José C. Vales; rústica con sobrecubierta, 440 páginas.
Con seguridad, no hay autor en la historia de la literatura que se identifique más con la Navidad. Charles Dickens ha enseñado a generaciones de lectores a mirar esa época del año con el corazón lleno de los buenos sentimientos (compasión, amabilidad, recuerdos) que en ocasiones le costaron el injusto título de melodramático emocional.
En 2012 se cumplió el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens (1812-1870) y la editorial Espasa celebró esta conmemoración publicando la recopilación Cuentos de Navidad, que incluye diez narraciones que el editor de All Year Round y en Household Words publicó en Londres a mediados del siglo XIX. Dado que el clásico Cuento de Navidad (A Christmas Carol), con el inevitable señor Scrooge, ya debe de estar en todas las casas del mundo, este volumen recopila otros relatos quizá menos conocidos pero no de menos calidad y, desde luego, decididamente dickensianos. "La historia de los duendes que se llevaron a un sacristán", "La historia del pariente pobre" o "Los siete vagabundos" son fabulosos ejemplos de la imaginación y el talento de Dickens para el relato breve, humorístico y sentimental. Los cementerios lúgubres, los colegios pobres, la vida del Londres victoriano y los relatos en torno a una chimenea, mientras se toma ponche caliente, son ingredientes imprescindibles del imaginario de Dickens y, por supuesto, están aquí presentes. Además, algunos de estos relatos -que se proponían como números especiales de los semanarios citados- cuentan con la colaboración de autores notabilísimos, como Wilkie Collins, cuya pluma se deja notar especialmente en la historia que se cuenta en "Los siete vagabundos".
Dickens, Charles: Cuentos de Navidad, Espasa, Madrid, 2011. Edición y notas de José C. Vales. Cartoné con sobrecubierta, 216 páginas.
No tuvo suerte en las librerías españolas esta novela de John Harwood. El influyente suplemento literario de The Times la presentó como un homenaje a la tradición victoriana de cuentos de fantasmas. Es eso y algo más: tiene mucho de la herencia gótica del romanticismo más descarnado, una buena dosis de Wilkie Collins en su estructura narrativa y una honrada deuda con los temores infantiles atemporales que la vinculan a nuestro tiempo. A pesar de que la "rueda de la fortuna" literaria no fue muy halagüeña con ella en nuestro país, los devotos amantes de la novela gótica y victoriana la disfrutarán.
Harwood, John: El misterio de Wraxford Hall [The Séance], Espasa, Madrid, 2008. Traducción de José C. Vales. 384 páginas, cartoné con sobrecubierta.
El inmortal autor de Robinson Crusoe (1719) y Moll Flanders (1722) ensayó también otros géneros, y no por gusto o porque fuera un innovador literario, sino porque se ganaba el sustento de ese modo: redactando panfletos propagandísticos o injuriosos, vendiendo libelos y ripios humorísticos, o recopilando historias que luego procuraba endosar a editores y amigos. El Diario del año de la peste es una recopilación de los hechos acaecidos durante la espantosa epidemia de 1664-1666, una investigación a la que dio forma de primitivo ensayo ilustrado (fingidas memorias), rematada con una invectiva moral, que no ha dejado de cautivar a los lectores desde su publicación en 1722.
Defoe, Daniel: Diario del año de la peste [A Journal of the Plague Year]. Impedimenta, Madrid, 2010. Introducción de José C. Vales. Traducción de Pablo Grossmichd. 228 páginas, rústica con sobrecubierta.
Considerada como la campeona de la comedia romántica, y alabada y apadrinada
por el gran romántico de la época, Walter Scott, Jane Austen es seguramente la menos romántica de esas décadas de convulsiones ideológicas y estéticas que se resolvieron en el romanticismo
decimonónico; seguramente es la más astuta y maliciosa, y, frente a las Brontë o a Mary Wollsonecraft, también la más crítica con algunos de los rasgos histriónicos del nuevo movimiento que
empezaba a adueñarse del panorama literario europeo. Desde otros puntos de vista, Austen es sin duda la más moderna y la más ingeniosa de su generación.
Con motivo del bicentenario de la publicación de Pride & Prejudice, Austral publicó una edición conmemorativa con una nueva traducción.
Jane Austen: Orgullo y prejuicio [Pride and Prejudice]. Espasa-Calpe, Austral, Madrid, 2012; introducción, traducción y notas de José C. Vales; 352 págs.
Edición Especial Conmemorativa del Bicentenario.
La señorita Mapp (a la que ya conocimos en Mapp y Lucía, publicada también en esta colección de Impedimenta) es seguramente el personaje más logrado de E. F. Benson. Es una mujer de unos cuarenta años, conservadora, esnob, elitista, rastrera, miserable, avara, chismosa e insultantemente educada que vive en el ameno y pintoresco pueblo costero de Tilling.
La señorita Mapp (1922) es una de las cumbres literarias y humorísticas de su autor y, conforme a la tradición editorial, Impedimenta acompaña la novela con la edición del cuento La vizcondesa del music hall (The Male Impersonator), un pequeño y delicioso regalo que todos los fans de este grupo de adorables impertinentes agradecerán sin duda. Sencillamente: no se la pierdan.
E. F. Benson: La señorita Mapp. Impedimenta, Madrid, 2014. Traducción de José C. Vales.
Arnold Bennett (1867-1931) es una de las figuras más curiosas de la historia literaria. Autor prolífico, heredero del realismo decimonónico, se adentró en el siglo XX confrontando su obra maestra, Two Wives' Tale [Cuento de viejas, RBA], con los nuevos moldes literarios del modernismo y la vanguardia. El resultado de semejante enfrentamiento fue la condena al ostracismo que sufrió este gran mercenario de las letras, de la imaginación y del humor. Impedimenta recupera con Enterrado en vida la novela que el propio Bennett consideraba mejor entre las humorísticas de su producción. La historia de un pintor de fama -y tímido hasta lo patológico- que aprovecha una confusión para conseguir que el mundo se olvide de él.
Arnold Bennett: Enterrado en vida [Buried Alive]. Impedimenta, Madrid, 2013; 300 págs.
Edición, notas y postfacio de José C. Vales.
Este es uno de los libros más importantes sobre la Wehrmacht de los últimos veinte años, y debe leerse para comprender tanto la campaña militar alemana como la guerra de aniquilación que llevaron a cabo». David Stahel, historiador.
A comienzos de 1944, casi la totalidad del ejército alemán había participado en la guerra de aniquilación que tuvo lugar en la Unión Soviética. Todavía hoy se debate cuáles fueron las razones de la extrema violencia que se desató allí.
Jeff Rutherford: La guerra de la infantería alemana, 1941-1944. Combate y genocidio en el Frente del Este. La Esfera de los Libros, Madrid, 2017. Trad.: José C. Vales.
La escuela de Castrevenford se dispone a celebrar con sus habituales fastos el fin de curso y, con este motivo, la institución decide llamar al excéntrico profesor de Oxford y detective aficionado Gervase Fen, al que se le ha concedido el honor de entregar los premios a los trabajos escolares más brillantes. Sin embargo, la noche previa al gran día, extraños acontecimientos sacuden la pacífica vida académica del colegio y dos profesores son asesinados. En una vertiginosa sucesión de acontecimientos, Gervase Fen tendrá que ocuparse de desentrañar semejantes crímenes aparentemente, averiguar el paradero de una jovencita que ha desaparecido tras dejar traslucir temerosas angustias, descubrir la verdad tras ciertos hallazgos sobrecogedores en un caserón semiderruido, tomar unas cervezas en el pub del pueblo con un elenco de singulares personajes y...
Edmund Crispin, Trabajos de amor ensangrentados. Impedimenta, Madrid, 2014.
Trad. José C. Vales.
Esta novela gráfica está basada en la experiencia vital de Omar y su hermano Hassán en el campo de refugiados de la ONU en Dadaab, Kenia, donde vivieron toda su infancia. A pesar de las condiciones difíciles del campo, Omar descubre la maravillosa oportunidad de ir a la escuela, algo que le da una visión esperanzadora del futuro.
Victoria Jamieson y Omar Mohamed: Cuando brillan las estrellas, MaevaYoung, Madrid, 2021. Trad.: José C. Vales